¿Por qué huelen mal las axilas y cómo evitarlo?
Además, existen otras zonas del cuerpo que producen olores desagradables. Conoce cómo evitar el mal olor de las axilas y cuándo podría ser síntoma de una enfermedad
El sudor corporal es una reacción normal de las glándulas sudoríparas, pero cuándo este viene acompañado de un mal olor, ya se vuelve una situación incómoda, sobre todo en verano. ¿Te has preguntado por qué el sudor de las axilas huele mal a comparación del resto del cuerpo?
Para empezar, existen dos tipos de glándulas sudoríparas, relacionadas con la secreción del sudor en nuestro cuerpo:
Las glándulas ecrinas están distribuidas por toda nuestra piel y se encargan de excretar el sudor que se compone de agua y sales. Además, tienen la tarea de facilitar la evaporación del sudor para regular la temperatura normal del cuerpo.
Por otro lado, las glándulas apocrinas están ubicadas en lugares como los pezones, el ano, la ingle y las axilas. Ellas aparecen entre los 8 y 14 años de edad, y producen un sudor más grasiento, que no se evapora y suelen liberarse en momentos de estrés emocional.
Entonces, ¿cómo se produce el mal olor? Las bacterias en la piel son las responsables. Estos microorganismos prefieren ocupar espacios calientes u ocultos, y se alimentan de los compuestos del sudor para convertirlas en ácidos de olores fuertes y desagradables.
¿Cómo evitar el mal olor en las axilas?
Los estudios han demostrado que las personas que padecen de mal olor corporal y no lo pueden controlar, son aquellas que tienen un mayor número de glándulas apocrinas. Sin embargo, existen otros factores:
Una mala higiene personal
Exceso de sudor (hiperhidrosis)
Obesidad
Diabetes mellitus
Micosis en las axilas, infección producida por hongos
Medicamentos (que podrían alterar procesos hormonales)
Tabaquismo
Consumo excesivo de alcohol
Consumo excesivo de ciertos alimentos, como la cebolla, ajo o pimienta
Si bien estas son algunas causas, el principal factor a combatir es la falta de higiene para reducir la presencia de bacterias:
Lava tus axilas dos veces al día con un jabón antibacterial. Trata de frotar y enjuagar bien la zona para eliminar por completo las bacterias que se pegan a la piel.
Evita repetir tu ropa, el sudor seco de por sí es un foco de bacterias que causan mal olor.
Usa desodorantes antibacteriales y antitranspirantes para reducir el sudor.
El sudor seco también se queda en los vellos de las axilas, trata de mantener la zona bien afeitada.
Busca tratamiento si sospechas de alguna infección a la piel (micosis) o trastorno (hiperhidrosis).
Si bien estas son recomendaciones básicas, también puedes optar por algún tratamiento con antibióticos tópicos, eliminación de glándulas apocrinas en la axila, tratamiento láser, entre otros. Consulta con un especialista.
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