Biomarcadores son herramientas eficaces para tratar mejor el cáncer de pulmón
Las pruebas de biomarcadores en el cáncer de pulmón pueden ser auxiliares para informar al médico sobre el funcionamiento anormal o normal de las células, evolución del tumor y ayudar a predecir la posible respuesta del tumor ante un plan de tratamiento específico, explicó un especialista.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Pulmón que se conmemora anualmente el 17 de noviembre, el doctor Jerónimo Rodríguez, oncólogo médico asignado al servicio de Cáncer de Tórax en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, destacó la importancia del uso de estas pruebas para el tratamiento de cáncer de pulmón.
«Son una herramienta importante para personalizar las terapias», afirmó.
Explicó que existen múltiples tipos de cáncer de pulmón, pero a la par también existen muchas opciones de tratamiento y las pruebas de biomarcadores .
Detalló que los biomarcadores son moléculas biológicas encontradas en la sangre, fluidos o tejido que pueden informar sobre el funcionamiento anormal o normal de las células, la evolución del tumor y ayudan a predecir la posible respuesta del tumor ante un plan de tratamiento específico o la falta de respuesta de este.
Entre esos biomarcadores están el EGFR que se encuentra en el 32 % de los casos de cáncer de pulmón, mientras que el KRASG12C se encuentra en el 13 % de los casos.
Indicó que el conocimiento del cáncer de pulmón ha revolucionado la oncología, pues durante mucho tiempo la medicina no tomó en cuenta las diferencias genéticas que tiene cada uno de los pacientes con cáncer de pulmón.
«No solamente importa diseñar terapias para que los pacientes vivan más, sino que sean menos tóxicas. Hoy la oncología no es solamente hacer vivir más a los pacientes, curar cuando puedes curar, hacer vivir más al paciente pero con una buena calidad de vida», comentó.
Una enfermedad en aumento
El especialista detalló que el cáncer es una enfermedad que va en aumento a nivel global y es considerada como una de las principales causas de muerte.
Tan solo en México durante 2018 se registraron más de 190.000 nuevos casos y más de 83.000 personas mueren a causa de este padecimiento.
De acuerdo con diversos estudios en el país, las muertes por tumores malignos se han incrementado debido al crecimiento y envejecimiento poblacional.
Señaló que se espera que para 2025 una de cada 3 personas padecerá algún tipo de cáncer y 1 de cada 17 personas se verán afectadas por cáncer de pulmón.
Explicó que según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de pulmón continúa siendo la neoplasia más agresiva y mortal en el mundo, registrando un incremento en su incidencia del 30 % y con 1,69 millones de muertes por año.
El cáncer pulmonar de células no pequeñas (CPCNP) representa el 80 % de todos los casos y ocurre principalmente en las personas mayores de 50 años.
El especialista explicó que el cáncer de pulmón es una enfermedad de difícil diagnóstico especialmente porque no existen pruebas de tamizaje, los síntomas no son claros y porque existe un gran estigma alrededor de la enfermedad.
«Se piensa que es una enfermedad relacionada al tabaquismo, pero también puede ser causado por el humo de leña, o la contaminación», apuntó.
Insistió en la necesidad de que las personas conozcan los factores de riesgo y sobre todo eviten el tabaquismo, ya que no solo es factor para desarrollar cáncer de pulmón sino cualquier otra neoplasia, ya que es el responsable del 30 % de los cánceres.
Futuro no tan gris
El especialista aseguró que si bien en los próximos años se espera una mayor incidencia de este tipo del cáncer, debido en gran parte al envejecimiento poblacional, el desarrollo tecnológico ofrecerá mayores esperanzas a los pacientes.
«Es posible que los pacientes puedan vivir más con esta enfermedad. Los nuevos medicamentos podrían tener aplicación en etapas más tempranas y eso quizá no ayudará a curar a más enfermos», aseguró.
Sin embargo, señaló que las personas deben ser conscientes de cómo pueden prevenir la enfermedad.
Reiteró la importancia de cambiar hábitos alimenticios y de vida, de conocer los factores de riesgo y de evitar el tabaquismo o de buscar ayuda médica para dejarlo, porque eso reduce las posibilidades de desarrollar un cáncer y de tener un mejor pronóstico en el tratamiento.
«Nunca es tarde, pero el hecho de que interrumpas el hábito va a ayudar mucho, así como el tamizaje para tener diagnósticos tempranos, todo cáncer es curable cuando se detecta en etapas tempranas», concluyó
EFE