Interrapidísimo, el sueño de Norman Chaparro hecho realidad
Son siete mil las familias que obtienen lo del diario sustento gracias a Interrapidísimo.
El trabajo ha sido arduo, con decisión, decisión y amor. Con muchos obstáculos, pero con seguridad y optimismo, con fe en Dios y con la contribución generosa del pueblo colombiano, dijo al Noticiero del Llano Norman Chaparro.
Este hombre, que casi de nacimiento llegó a Villavicencio, con sus padres, un educador Rector del Colegio Agrícola de Guacavía, y ella una mujer llena de afecto y ternura, fueron quienes le inculcaron el amor al trabajo y desde la más corta edad lo volvieron mandadero, cuando lo enviaron a la plaza de mercado San Isidro a comprar los alimentos de la semana.
Y se encariñó con esta actividad, y de esta manera, inició su vida laboral en una empresa, como mensajero, pero donde devengaba muy poco y no le alcanzaba para sus gastos, obligándolo a adoptar la decisión de emprender una nueva vida, y con veinte mil devaluados pesos compró una bicicleta en doce mil y abrió su propio negocio en la casa ubicada en el barrio San Benito.
Para mejorar sus ingresos, fue al Diario del Meta y pidió trabajo a Héctor Bedoya, Propietario y Director del periódico.
Pero como la situación era crítica le indicaron que no tenían para pagarle por repartir las suscripciones.
Él hizo canje por un aviso donde publicó la entrega de mensajes, cartas y encomiendas de toda clase, y como por los barrios entregaba la publicación, lo sobrantes del canje, lo que no vendía, los llevó a los gerentes de los bancos y empresas, a quienes Chaparro visitó y les ofreció sus servicios de repartición.
Lo contrataron y su incipiente negocio tomó fuerza y hoy tiene oficinas en las principales ciudades del país y cuenta con 1013 sucursales, es decir tiene vida en toda la república llegando hasta los más recónditos lugares, con una impresionante flota de vehículos, y la proyección de Inter Drone para ajustarse a la más moderna tecnología.
Para dinamizar y contar con el visto bueno gubernamental, tramita la licencia operacional con la Aeronáutica Civil.
Destinó un salón para que interesados en vender sus productos en Colombia o el exterior, lo hagan mostrándolos y negociándolos para que la empresa de mensajería los lleve, reciba el dinero y lo entregue a los emprendedores.
Su lema es servicio, y señala que los sueños se realizan si se pedalea con el alma.
De todas las crisis se ha levantado con el mayor entusiasmo, y la depresión que sufrió cuando estuvo varado en Villavicencio, le sirvió como acicate en la vida para superar dificultades, por lo que no le hizo mella la recesión económica de los ochenta y ahora le ha puesto el pecho a la pandemia, y coronado con el mayor éxito su gestión para ubicarse en sitio preferencial y contar con dos mil cuatrocientos puntos de venta en el país.
Su esposa ha sido alma y nervio de la empresa, viajan constantemente y sus dos hijos están trabajando y cada uno de ellos tiene especifica función en Interrapidísimo.
Se mostró partidario que todos paguemos impuestos, peor proporcionalmente a los ganado, y dijo que se debe poner freno a la corrupción que es el peor mal que tiene el país, referenció los impuestos y señaló que se tienen y deben pagar, pero el gobierno lo debe invertir bien y evitar el despilfarro y que unos holgazanes se los roben, como ha ocurrido.
Aludiendo a los emprendedores manifestó que a éstos no se les puede ahorcar, hay que estimular el trabajo honesto, y sobre la competencia dijo, que celebra que exista, y que ojalá no falte, porque reporta los mejores beneficios para quien usa el servicio, o adquiere el producto, porque hace que cada día se mejore la calidad.
Confesó que le gusta hacer canciones y en ocasiones se anima a interpretar la música llanera, especialmente; que ama la poesía, lee con mucha asiduidad, y afirmó que sin ser economista le preocupa que la deuda externa se haya intensificado este año, y si bien se requiere pagar lo que se debe, al pueblo no se le puede sacrificar, especialmente a los pobres, con más tributos.
La empresa Interrapidísimo que es auténticamente llanera, inauguró sus modernas instalaciones en pleno centro de Villavicencio, con todas las comodidades, al punto que el usuario puede penetrar hasta la sede y ordenar lo que requiera sin salir del vehículo.
Todo eso lo ha logrado Norman Chaparro, con el sueño convertido en realidad, pero obtenido a base de trabajo continuado, sacrificio, disciplina, respeto al derecho ajeno, puntualidad, constancia y honradez.
Twitter:@notillano Web:notillano.com (AA)
1 Comment
Señor Norman Chaparro lo felicito, y mil gracias por darle trabajo a miles de Colombianos, Dios les siga recompensando todo lo que hace por el pueblo Colombiano y más a mi hermosa Ciudad Villavicencio. Mi aprecio, Dios los Bendiga. Una llanera más en la Ciudad de México
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