El periodismo honesto cada día con mayores dificultades
La situación de los periodistas en esta época no es la más productiva, por el contrario se muestra con muchas dificultades.
El despido de centenares de trabajadores de importantes medios nacionales como El Tiempo, Semana, Caracol para citar solo tres casos, se le suma lo ocurrido en la provincia, donde la pandemia ha obligado en cierre de varios periódicos, noticieros de radio y canales regionales de televisión.
El monopolio creado por las cadenas Caracol, RCN y Blu, ha originado que centenares de periodistas, locutores, controles, trasmisoristas y de servicios varios hayan quedado cesantes, ya que el trabajo lo hacen desde Bogotá y solo contratan uno o dos periodistas en la localidad para el cubrimiento informativo, desplazando al grueso de servidores que laboraban cuando las estaciones radiales tenían como propietarios a gentes de cada departamento.
A raíz de la pérdida de la tarjeta de periodista, ahora haya o no estudiando, tengo idoneidad o carezca de ella, sea honesto o ladrón, todo el que quiera se convierte en profesional y tiene su propia red, utilizando con veracidad o irresponsablemente, el medio, para cometer actos indelicados, si esa es su condición de pícaro.
El Gobierno nacional ha desestimulado al periodismo y los gobiernos de cada localidad y departamento, también se han alejado a los verdaderos profesionales y montado sus propias redes para incentivar sus acciones, y para colmo dejan de anunciar, o lo hacen con mínima inversión, lo que ha generado gravísimas afecciones para quienes mantienen, revistas, periódicos o noticieros, debidamente acreditados, legalizados ante el gobierno, con pago de impuestos y responsabilidad social.
Los jóvenes que salen como periodistas y comunicadores sociales no encuentran don de trabajar y por tanto sufren frustraciones, señala el informe conocido por el Noticiero del llano.
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