Mundo de misterio encierra bombardeo y muerte de quienes estaban en el campamento de Calamar
Toda clase de conjeturas, manifestaciones, declaraciones, comunicados y testimonios se han dado, con relación al bombardeo en la vereda Buenos Aires, en Calamar.
Inicialmente se dijo que diez eran los muertos pertenecientes a disidencias de las extintas Farc, quienes se encontraban congregados en un sector del Guaviare, donde presumiblemente estaba Gentil Duarte con algunos de sus escoltas y otros integrantes de su banda.
Hecho, el rastreo, y con lo informado por inteligencia del ejército, se procedió a hacer la localización, utilizando los modernos elementos tecnológicos que ahora se utilizan, y desde el aire se dispararon las bombas que destrozaron todo cuando encontraron a su paso, arrasando el campamento y produciendo la muerte de la mayoría, heridas a unos pocos y la captura de dos a tres jóvenes, quienes una vez estabilizados, y comprobado su estado de salud quedaron bajo la custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en San José del Guaviare.-
Entre tanto, los cadáveres, la mayoría de ellos casi irreconocible por los efectos del bombardeo, fueron trasladados a Medicina Legal de Villavicencio, para dar cumplimiento a las normas y establecer plenamente sus identidades.
Hasta allí legaron familiares de personas, preferencialmente jóvenes, que no habían retornado a sus hogares, con el fin de indagar sobre sus hijos, hermanos y parientes.
Entre tanto líderes y campesinos de la región, daban a conocer los nombres de algunas de las presuntas víctimas, organizaciones de Derechos Humanos y periodistas suministraban datos de algunas personas que podrían estar en esa región y se aludía a un posible reclutamiento por parte de las fuerzas disidentes, que acostumbran a comprometer menores de edad para adiestrarlos en la guerra, o ponerlos como escudos humanos, según lo aseverado por el Ministro de Defensa.
Algunos de los muertos fueron identificados por sus familiares, otros mantienen la expectativa esperanzados en que sus seres queridos están con vida.
El Gobierno Nacional representado por el Ministro de Defensa sostiene que el lugar era un centro de terrorismo, que en ningún momento de violaron Derechos Humanos, que cuando personas, cualquiera que sea su condición está un uno de estos sitios, se le considera como objetivo militar y esa fue la condición que se dio para bombardear el campamento.
El lamentable episodio ha dado lugar a la intervención de voceros estatales, lideres campesinos, familiares de las víctimas, organizaciones de Derechos Humanos, Defensoría del Pueblo, Fiscalía y otras entidades y personas, pero el pueblo colombiano esperas una respuesta concreta para determinar qué fue lo ocurrido, si se justificó el bombardeo, si los jóvenes y demás personas que allí estaban habían sido reclutadas y estaban custodiadas por los disidentes, si se conocía que en el lugar se encontraba Gentil Duarte, por qué no se le dio de baja o capturó, en fin… toda clase de rumores que solo las autoridades debidamente constituidas y con fuerza de ley, podrán señalar la última palabra.
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