Venezuela se refuerza ante combates en la frontera pero guarda silencio sobre muertes
Caracas. (EFE).- La violencia de los combates en el estado venezolano de Apure (fronterizo con Colombia) no deja de crecer y la Fuerza Armada, que combate a disidentes de las FARC, se vio obligada a enviar más efectivos, mientras se expande un manto de opacidad que ha llevado incluso a no hacer público el número de bajas.
La definición de «grupos irregulares», con distintos adjetivos que siempre incluyen el «colombianos», es la que se ha extendido sin que las Fuerzas Militares o fuentes oficiales confirmen a quién combaten desde el pasado 21 de marzo.
En varias fotos difundidas por la FANB pueden observarse uniformes incautados a los combatientes que tienen los logos y siglas de la antigua guerrilla de las FARC, lo que coincide con las denuncias de varias ONG en la zona que aseguran que los militares combaten a disidentes de ese grupo armado que no se acogieron al proceso de paz.
Las denuncias no son nuevas, pues diferentes organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos y al estudio del conflicto armado colombiano han denunciado, desde ambos países, que Venezuela es refugio tanto de guerrilleros del ELN como de disidentes de las FARC, que no conforman uno solo grupo sino que constituyen distintas bandas, en ocasiones, enfrentadas entre sí.