El ejercicio puede ayudar a abandonar el hábito del cigarrillo
El ejercicio físico puede promover una mejora importante en el sistema cardiorrespiratorio de las personas que tienen ese deseo de dejar de fumar, aportando beneficios sobre la salud física y mental.
Así lo sostiene el doctor Alejandro Cortéz, neumonólogo del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), al ser consultado sobre los efectos de la actividad física continua sobre el fumador, a propósito del 31 de mayo, día internacional de No Fumar.
“El cigarrillo tiene un efecto tóxico sobre todo el organismo en especial el sistema respiratorio, ya que todos sus productos provocan inflamación principalmente en los bronquios, lo que condiciona a una reducción importante del flujo de aire y por tanto reduce de manera gradual el aporte de oxígeno, fundamental en la respiración de todas las células de nuestro cuerpo conllevando a alteraciones en su adecuado funcionamiento”.
Advierte además que el consumo de tabaco puede condicionar disfunción endotelial en las arterias y producir enfermedad cardiovascular y cerebrovascular.
Asegura Cortéz que son múltiples los beneficios de sustituir el hábito de fumar por una actividad fitness. “Si bien es cierto que el proceso de cesación tabáquica lleva etapas y que algunos tienen dificultades de dejarlo, requiriendo de apoyo psicológico e incluso terapia farmacológica, el ejercicio es una excelente alternativa porque cuando lo practicas se generan diversas sustancias como las endorfinas que de alguna manera condicionan respuestas placenteras que se expresa en sensación de bienestar, reduciendo el stress, que es uno de los desencadenantes del consumo del cigarrillo en muchas personas”.
Asegura que el sólo hecho de dejar de fumar beneficia a la persona en su rendimiento cardiorrespiratorio, pues tanto corazón como pulmón reciben un mejor aporte de oxigeno cuando se trata de ejercicio físico y deporte.
Ejercicio vs cigarrillo
Una vez que se deja el consumo de cigarro, se revierte rápida y favorablemente el daño generado por el tabaco, según expone el neumonólogo.
“Una vez que se disminuye la inhalación de monóxido de carbono, uno de los productos generados por la combustión del cigarro, hay menor cantidad de carboxihemoglobina en sangre e incremento de la oxihemoglobina que es la requerida para la adecuada respiración celular, eso se traduce en una mejoría de la función cardíaca y respiratoria”.
Para el doctor Cortéz, no cabe duda que una persona mientras sea fumadora va a tener un desempeño respiratorio mucho menor durante el ejercicio que aquel paciente que no fuma, debido a que el consumo de cigarrillo está estrechamente relacionado con un pobre intercambio de oxígeno lo que impacta negativamente en desempeño en cualquier tipo de actividad física.
Por su parte Mauro González, personal trainer de la cadena de bienestar Gold´s Gym, quien ha entrenado por muchos años a hombres y mujeres, fumadores destaca que una vez que inician los ejercicios sus capacidades aeróbicas van mejorando.
“Muchas personas que desean dejar de fumar toman el ejercicio como una alternativa para mejorar su salud. Cuando comienzan tienen muy poca resistencia, no tienen taquicardia pero si falta de oxigenación, se cansan rápido. La edad no lo dice rápido pero sin duda pasa factura”.
Advierte que la fatiga y el cansancio son signos recurrente en quienes comienzan a dejar el cigarrillo y optan por el ejercicio como mecanismo terapéutico, y ha podido comprobar, que poco a poco, van reduciendo la cantidad de nicotina que ingieren y comienzan a ver los cambios en su capacidad de resistencia y de bienestar en la realización de los ejercicios.
“La invitación a todos los fumadores es a hacer ejercicio para que comiencen a ver los cambios y mejoras que tendrán en su organismo y en su calidad de vida. Aquí en Gold´s Gym podemos acompañarlos en ese camino”.
Cifras de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS,) en su informe del año 2018, habla de un consumo total de tabaco de 1.337 millones de personas, una cifra menor a la proyectada en el 2000, de 1397 millones de personas. Para el 2000 se proyectó una reducción de 10 millones y para el 2025 de 27 millones menos de hombres y mujeres que dejaran de consumir tabaco.
Para especialistas como el doctor Cortéz, una de las razones de esta reducción son las campañas de prevención a todo nivel. Además, la facilidad al acceso de información adaptado a la población, ha permitido que cada vez se comprenda más sobre las consecuencias del tabaquismo en la salud individual y colectiva.
NP / EA (Foto: Pixabay)