Urge reglamentar las ventas en la calle ayudando a quienes honradamente se ganan la vida en esta tarea

Urge la reglamentación de los pequeños comerciantes y vendedores ambulantes en Villavicencio.

Se  está  de  acuerdo con  dejarlos   trabajar en las  calles para que  ganen  lo del  diario  sustento,  pero  lo que  no se puede  tolerar, por  ejemplo,  que en un venta de  tapabocas  se  coloquen  cien cajas,  cuando con  diez   se  les pueden ofrecer  a los  compradores.

Tampoco  está  bien  que  quienes  venden  zapatos  en  lugar  de unos cincuenta o sesenta pares,  tengan  en la calle  hasta mil,  lo  que  demuestra  que no son buhoneros,  sino  personas  con  suficiente dinero  que  pueden y deben  estar  ocupan do un local.

Otros  extienden unas  “panderetas”, “camas  de viento”  y demás  elementos,  para  acomodar  mercancías, ocupando  varios  metros, impidiendo  el paso  de las  gentes  que transitan, especialmente  por  el  centro de  la ciudad.

Es preciso  que se  verifique  el censo  de los  vendedores,  que  recientemente  hizo  el gobierno municipal,  para  clasificar  a quienes  ejercen  hace  algún   tiempo  esa actividad   en  Villavicencio,  y  cuantos  han llegado  en los últimos días,  y de   esta  manera proceder, para  que  se respete  el espacio  público  y evitar el problema  que  ahora se  ha planteado.

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