La comunidad Jiw del Meta, tiene problemas sociales similares a sus hermanos de Guaviare
Puerto Concordia. – La colectividad indígena Jiw asentada en este municipio, tiene similares problemas de salud, hambre, abandono y drogadicción a los que se observan con sus hermanos de Guaviare.
Los capitanes de esta comunidad nómada, denunciaron la grave situación de los indígenas y pidieron al Gobierno nacional les entregue un territorio donde puedan organizar su resguardo. “Sabemos que no podemos integrarnos a nuestras tierras de origen, pero necesitamos un lugar donde podamos desarrollar la vida”, señalaron los mayores Jiw.
Los procuradores delegados de Derechos Humanos, Asuntos Étnicos y de Infancia, escucharon a los indígenas de la etnia Jiw asentados en el antiguo hospital de Puerto Concordia, Meta. El grupo que supera los 90 integrantes llegó desplazado por el conflicto armado desde el municipio de Mapiripán.
Señalaron que niñas y niños de 7, 9, 10 años deambulan por las calles inhalando bóxer para doparse, no sentir hambre y enfrentar las dificultades.
Para el líder William, es preocupante la falta de garantías en educación, salud y vivienda. Afirmó que los menores están en condición de calle por la falta de alimentos; consumiendo bóxer, marihuana y bebidas alcohólicas. Otro vocero es Emilio, y la solicitud es la reubicación en un predio que garantice la seguridad alimentaria y el restablecimiento de derechos.
Ellos fueron desplazados hace alrededor de 20 años de sus territorios y encontraron en Mapiripán donde vivir.
