Chile abre sus puertas a la ONU para ahuyentar al fantasma de la represión
Santiago de Chile (EFE). A medida que pasan los días aumenta la cantidad de personas que se manifiestan en las calles de Chile y disminuyen la sucesos violentos, cuya contención ha puesto al país bajo la sombra de la represión por presuntas violaciones de derechos humanos que serán examinadas por observadores de la ONU.
La participación en las masivas marchas y concentraciones ciudadanas congrega ya a más 400.000 personas, según cifras del Ministerio del Interior, y el comportamiento pacífico y festivo es la tónica general.
La expresión cívica de la ciudadanía se ha impuesto en las últimas jornadas a la violencia con la que se inició el pasado viernes este estallido social, que ya se ha cobrado la vida de al menos 18 personas y ha dejado casi 600 heridos y más de 2.800 detenidos.