Colombia pone en marcha la larga reconstrucción de islas azotadas por Iota
Bogotá. (EFE).- Tras el embate del huracán Iota contra el archipiélago caribeño de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, las autoridades intentan restablecer los servicios esenciales en las islas sumidas en la destrucción y donde murieron por lo menos dos personas y una sigue desaparecida.
El huracán, primero de categoría 5 que golpea el país, afectó las tres islas que suman unos 65.000 habitantes, dejando a miles de ellos sin vivienda y con pérdidas incalculables.
Tal fue la magnitud de la catástrofe que el presidente Iván Duque, declaró por un año la situación de desastre en el archipiélago, una norma con la que espera mitigar los efectos de la emergencia, asistir a la población damnificada y restablecer los servicios de salud, energía, comunicación y agua.
«Uno escuchaba como si fueran aviones que estuvieran aterrizando por toda la parte selvática. Todos esos árboles cayéndose, (fue) impresionante (…) Estamos sin luz, todo lo que teníamos en las neveras se nos dañó», narró a Efe Nicolasa Vargas, habitante de San Andrés, la isla principal.
San Andrés, Providencia y Santa Catalina, que conforman el único departamento insular de Colombia, ubicado frente a las costas de Nicaragua y a más de 700 kilómetros de la Colombia continental, son un territorio sensible por el desamparo en el que han vivido por décadas sus habitantes y por los reclamos de esa nación centroamericana sobre las islas.
En noviembre de 2012 Colombia sufrió un revés diplomático cuando tras un prolongado litigio planteado por Nicaragua, la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, emitió un fallo en el que confirmó la soberanía colombiana sobre siete cayos cercanos a las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, pero le dio al país centroamericano una porción de mar mayor que la que tenía anteriormente.
Después del desastre causado por Iota surgieron en el país decenas de campañas para recoger alimentos no perecederos, ropa y artículos de primera necesidad que serán destinadas a los isleños.
«Vivir esta experiencia fue algo impresionante, (a) varias personas del sector nos tocó unirnos y salir a ayudar a todos los vecinos que estaban siendo afectados en medio del huracán. Como a las nueve o diez de la mañana estábamos con unas escaleras caminando de casa en casa ayudando en lo que podíamos», dijo a Efe Noha Davis, habitante de San Andrés.
EFE