Desenterrar al futuro beato, hora de pedir milagros en una Venezuela agobiada
Caracas (EFE).- Enfermos o preocupados, cientos de venezolanos siguieron de cerca este lunes la exhumación de José Gregorio Hernández, un laico que se convertirá en beato de la Iglesia católica y al que sus compatriotas le piden los «milagros» que son cada vez más escasos en el país: alimentación y salud.
La exhumación se celebró justo el día del 156 aniversario del nacimiento del todavía venerable, una doble celebración que transcurrió en privado, en el centro de Caracas, para evitar los contagios por covid-19, sin poder evitar que la feligresía se apretujara a las afueras de la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria con tanta fe como necesidades.