El aguacero no impidió a los manifestantes protestar pacíficamente contra el gobierno

Indígenas con bastones de mando, campesinos con botas de caucho, sombrero y poncho llenaron el parque Los Libertadores.

La manifestación se realizó pacíficamente, y en principio el lugar estaba  colmado, pero la incesante lluvia hizo que paulatinamente las gentes desertarán, especialmente los residentes en Villavicencio, porque los traídos en camiones que ubicaron a la entrada a la plazuela, desde Uribe, la Julia, Mesetas, Puerto Rico, Lejanías, Vista Hermosa y otras municipalidades, se mantuvieron escuchando música, poesía, discursos de todos los calibres, arengas con multiplicidad  de relatos, y gritos de protesta contra el gobierno del Presidente Iván Duque Márquez y otros  señalamientos, sindicando a quienes han prometido obras y hecho promesas, pero no han cumplido los compromisos adquiridos.

Cuando se enteraron que la Reforma a la Salud no encontró eco en el Congreso, los manifestantes lo celebraron plenos de   entusiasmo,  y  señalaron que  al  igual  que  la  Tributaria,  van  a  seguir cayendo otros actos que son lesivos para la sociedad  colombiana.

El paro no para, y se mantendrá, en la seguridad que los comisionados por las centrales obras, dignidad agropecuaria, estudiantes y otros estamentos, tienen la responsabilidad de dialogar y concretar acuerdos que permitan de manera  equitativa, señalar un nuevo derrotero, y al menos disminuir la corrupción que se maneja en las propias entrañas del poder, que con algunos funcionarios irresponsables e indecorosos, auspician contratos, que solo sirven para beneficiar a quienes obran inconsecuentemente y de manera antisocial.

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