El auge de fármacos falsos y posible vacuna ilegal amenaza la salud pública
Viena (EFE).- Millones de pacientes y médicos esperan con ansiedad un medicamento o una vacuna eficaz contra la COVID-19.
También lo esperan organizaciones criminales que ya han logrado infiltrar en las redes de distribución productos fraudulentos y están listos para falsificar cualquier vacuna. Es una amenaza real de la que ha advertido este miércoles la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) al presentar los resultados de una investigación sobre el creciente negocio ilegal con fármacos y productos sanitarios falsificados que se viene observando desde el inicio de la pandemia. Termómetros que no detectan la fiebre, mascarillas y trajes de protección deficientes, ciberataques a hospitales, robos de datos, grandes cantidades de productos de salud que nunca llegan a los Gobiernos que los compran: son solo algunos de los resultados del negocio con el que delincuentes ya ganan millones con el virus.