El insomnio un trastorno que afecta a millones de personas

Miles de personas en el mundo sufren de insomnio, y en Villavicencio y el Meta abundan estos casos.

Este es un trastorno que se refiere a la incapacidad para generar sueño de calidad, a pesar de permitirse la oportunidad adecuada para dormir. Los trastornos del sueño primarios están divididos en cuatro grupos: las disomnias, las parasomnias, los relacionados con trastornos mentales y los relacionados con diagnósticos médicos o consumo de ciertas sustancias.

El insomnio primario es el más común de todos y tiene dos características o subtipos importantes: el insomnio de inicio, que se refiere a la dificultad para conciliar el sueño, y el insomnio de mantenimiento, que es la dificultad para mantener el sueño durante toda la noche. Una persona puede presentar alguna o ambas características a la hora de dormir, pero estos no son los únicos criterios que permiten definir si se sufre de insomnio.

Los síntomas más comunes son cansancio durante todo el día, la necesidad de tomar siestas en cualquier momento, irritabilidad, problemas de memoria y concentración, dificultad para conciliar el sueño, conflictos para permanecer dormido o mala calidad de sueño y, por último, depresión o bajo estado del ánimo. Respecto a las causas del insomnio, generalmente se atribuye a las preocupaciones emocionales, la ansiedad, la angustia, el estrés, entre otros; lo que termina afectando el desempeño físico, intelectual y emocional de la persona, además de tener efectos en sus relaciones personales, familiares y laborales. Por eso se dice que deja de ser una situación solamente de la incomodidad en las horas del sueño y se traslada a una sensación presente todo el día.

Desde Emma Sleep, la compañía que le suministró la información  científica  al Noticiero del Llano, se aconseja realizar  actividades que pueden ayudar en caso de que se estén presentando dificultades para obtener un sueño de calidad y reparador, como realizar actividad física de manera regular, hacer ejercicios respiratorios para liberar estrés, tener horarios para dormir y despertarse, evitar siestas diurnas y de ser necesarias no exceder los 45 minutos, evitar la ingesta de alcohol, café o alimentos pesados o picantes antes de dormir, usar ropa cómoda para ir a descansar, eliminar ruidos excesivos, eliminar la luz y, por último, destinar la cama únicamente para dormir.

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