Historias de vida, muerte, sueños y esperanzas, a bordo de viejos aviones DC-3 que van al llano
Son muchas las hazañas que han tenido que sortear pilotos de la vieja guardia volando en aviones DC-3 a poblaciones más apartadas en la Orinoquia.
Habitantes de las inspecciones de Barrancominas, San Felipe y el municipio de Inírida, en el Guainía, salen de la selva gracias a estos aviones de la segunda guerra mundial, que han sido repotenciados para mantenerse vigentes y no pudrirse en los hangares.
Las comunidades de Carurú, Taraira y Mitú, alejadas de la civilización en el Departamento de Vaupés, salen del abandono en que los tiene el Estado colombiano en ese tipo de avión dada la necesidad y con el temor de viajar hacia el interior del país.
Más de 192 pilotos han perdido sus vidas en accidentes aéreos en la Orinoquía, y sin embargo dicen los expertos en DC-3 que es el avión más seguro, fácil de planear y de aterrizar en potreros o sabanas.
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