Los ancianos estamos olvidados, manifiestan veteranos que hemos dado la vida por la familia y la patria
Como siempre, estamos olvidados de toda la sociedad, señalaron ancianos residentes en Villavicencio.
Periodistas del Noticiero del Llano los encontramos en los parques Los Libertadores, El Hacha, Plazuela Los Centauros y en menor número en el de Banderas, recientemente remodelado al más alto valor, pero sin que se permita estar a la sombra, porque los árboles fueron destruidos para ubicar cemento. Camilo Pérez, quien tiene 76 años de edad, pero no alcanzó para la pensión, porque siempre trabajó en obras de construcción de casas, como albañil y en la parte final como plomero, pero sin tener la oportunidad de jubilarse, porque los patronos salvo dos a tres le pagaron seguridad social, señaló que como no tengo donde dormir, lo hago, cuando puedo en la calle, donde me den posada.
Anibal Sánchez, de 58 años de edad, pero envejecido, no por la acción del tiempo, sino de lo sufrido de su vida, confiesa que vive solo, en una pieza que le facilita un amigo, pero que tiene que salir a la calle porque debe buscar lo del diario sustento, a veces cuidando carros, haciendo mandados, pero jamás, limosneando, porque me da pena, especialmente con quienes me conocen como hombre de trabajo.
Una señora vende tinto desde hace diez años aproximadamente y ahora lo hace, pero con temor, porque sabe que está prohibido por la pandemia. Puede más la necesidad y dos nietos que tengo y requiero alimentar, porque mi hija murió hace tres años en el hospital, después que un carro la atropelló cuando pasaba frente a Unicentro, en la avenida cuarenta, afirma. Ella tiene 56 años de edad, es de San Martín y vive en La Reliquia.
Otros veteranos de más de setenta años que se dedican a tocar tiple y después de las cinco de la tarde llegar a los bares, cantan y reciben unos pesos.
Dos personas, un hombre que le falta una pierna, y una mujer, ambos de la mayor edad, desde muy tempranas horas llegan a la plazuela de Los Centauros, lugar donde trabajaban, y cuando pasan los clientes les cuentan la historia, lo sucedido y sus padecimientos y algunos los ayudan económicamente.
El Noticiero del Llano, gracias al propietario de la Panadería El Remanso entregó unos mercados, a cuatro de ellos, y otros los repartió en barrios a gentes carentes de recursos.
José Gilberto Lancheros, con más de diez décadas de vida, manifestó al Noticiero del Llano, que antes recibían la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, tal como lo concibió “la “niña”Ceci, la esposa del entonces Presidente Carlos Lleras Restrepo, pero que en el gobierno de Uribe lo volvieron para solo niños y los viejos nos jodimos”.
“A los viejos se nos desprecia, y algunos hijos para que no estorbemos en su casa, nos envían a ancianatos y se olvidan de visitarnos. Los gobernantes también nos ignoran y cómo están haciendo en algunos lugares si pasan de determinada edad, es mejor atender a los jóvenes, y los veteranos que hemos dado la vida por la familia y la patria, nos convertimos en un cero a la izquierda”, sostuvo Carlos Julio Quiñonez, vendedor de lotería y periódicos, pero también en receso por el Coronavirus.
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