Los periodistas hemos sido maltratados por algunos a quienes los presentamos a la opinión, y hoy tienen poder y dinero

Por Alcides Antonio Jáuregui Bautista

Los periodistas colombianos hemos sido maltratados, precisamente por aquellos, quienes recibieron el favor de presentarlos a la opinión pública.

No  son  todos, los  desagradecidos,  pero  si  la  mayoría, que  ahora  cuando mantienen   poder  político  y  económico,  suelen  mostrar su  mal  comportamiento,  olvidándose  de  su pretérito.

¿Por qué  actúan de esa   forma? Ese  es  el interrogante  que  hacemos los  periodistas,  que no alcanzamos  a  comprender  la metamorfosis  sufrida  por  estos  personajes  de la  vida regional, o  nacional,  que  ahora   están endiosados, y  estiman  que  su propio  ego    se  fundamenta  en   lo que  ahora pueden  hacer,  y en el dinero   que mantienen, obtenido gracias  a  las posiciones  que  han  asumido,  a los cargos  que han  desempeñado, o a los procederes ejecutados.

Quienes  reconocen  la labor  de los  periodistas  en el Meta  y la  Orinoquia,  son pocos y todavía  saludan, dan  la mano, responden las llamadas telefónicas y hasta  ayudan a quienes   por motivo  de la pandemia, han afrontado  las  mayores  dificultades.

Para ellos, en  esta  día  del  periodismo colombiano, les  expresamos  nuestro  agradecimiento y los instamos a que continúen caminando por ese  sendero de la  racionalidad, comprensión , reconocimiento  y gratitud.

Que  grandeza  la  de  estas mujeres  y hombres  que  se mantienen  en  este  círculo.

A los otros,  a los pedantes, orgullosos, engreídos con el poder y el dinero, enterradores  de la  solidaridad  y los afectos, ambiciosos,  faltos  de hospitalidad, de cortesía, de gratitud, de sencillez, prudencia, generosidad,  amistad y caridad  cristiana,  a  ellos,  por  su proceder  con los  periodistas  de la  región, LOS PERDONAMOS y pedimos  al  Divino Hacedor que los ilumine para  que  reflexionen, para  que  actúen decorosamente, y examinen  el inmediato pasado, para no seguir incurriendo, porque los  cargos pasan,  el dinero se acaba, la salud les puede jugar una mala pasada, y  los  periodistas  seguimos  en el ajetreo,  divulgando el diario acontecer,  señalando  derroteros y mostrando  personajes, para bien, o para mal. 

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