Manuel Cepeda Barreto, veterano de la guerra de Corea, un soldado de honor
Su vitalidad lo hace sentir como si tuviera 20 años, pero el paso del tiempo, refleja la sabiduría de 84 años bien vividos y su amplia experiencia militar
Villavicencio. Es un curtido veterano de guerra con mucha historia que contar, ha visto tanto en el trasegar de su vida personal y militar, no sólo de su país, sino también de una guerra ajena, en donde se enfiló como voluntario para construir la paz, es el soldado Manuel Cepeda Barreto, oriundo de Restrepo, Meta, orgulloso por siempre de llevar con honor el título de veterano de guerra en la península de Corea del Sur.
Mira hacia atrás como si fuera ayer, recuerda que en un impulso del alma decidió servir a la patria. Contaba tan sólo 17 años de edad cuando se presentó a prestar el servicio militar, sin pensarlo dos veces decidió portar el uniforme del Ejército Nacional en la Escuela de Infantería de Bogotá, ubicada en Usaquén; su proyecto era continuar con la carrera militar como suboficial de arma, pero faltándole tan sólo un mes para culminar su servicio y cumplir este sueño, el destino le cambió su rumbo. Transitaba el año 1953, cuando levantó la mano para ser un soldado voluntario de la Guerra de Corea, nunca imaginó hacer parte de esta aventura que le marcó la vida por siempre, porque él, como 5000 hombres de la Fuerza respondieron al llamado del Estado Colombiano y de las Naciones Unidas.
Como en los cuentos medievales, cruzó mares y montañas, desiertos y sabanas; partieron desde Cartagena, en una travesía de cuarenta y cinco días, pasando por Panamá, San Francisco Hawai, Japón y Pusán, atravesando el mundo hasta llegar a Seúl capital de Corea del Sur, para defender una nación desconocida, entregándolo todo a nombre del Ejército de Colombia.
Su permanencia en el país coreano fue de un año, encontrando una ciudad destruida por la guerra, lo que le dio valor para defender con más ímpetu la democracia y las libertades.
Fueron días difíciles, de lucha y terror, de vidas perdidas, de armas, tanques y cañones, pero también de victorias y satisfacciones, al cumplir con honor la misión encomendada.
Actualmente es el Presidente de la Asociación de Veteranos de la guerra de Corea, Ascove, en el departamento del Meta, donde mantiene viva la memoria histórica del Batallón Colombia en la sociedad. Realmente aunque no son muchos los que viven en la región, con él, son ocho veteranos que siguen activos, perpetuando con orgullo su contribución a la patria. Son ellos: Plutarco Romero Bernal, Cesáreo Gómez Chávez, Manuel Bonifacio Castalleda, Santiago Díaz Baquero, Ismael Trujillo Bernal, Domingo Tiria Cadena y Cornelio
Suárez Soto, entre otros 20 veteranos oriundos del departamento.
Hoy, El Ejército de los colombianos le hace un homenaje a estos valientes hombres que hace 70 años, portaron con honor y coraje el uniforme, entregando un legado a la patria y a las generaciones que los sucedieron, ratificando de qué está hecho el soldado colombiano, disciplina, tesón y grandeza, es el soldado de honor, íntegro, con principios y valores, que antepone todo por el bienestar de un país. «Por algo somos los mejores combatientes del mundo», ratifica con una gran sonrisa, tono fuerte y erguido el soldado Manuel Cepeda Barreto.