Orbán defiende su ley homófoba arguyendo que la educación es asunto nacional
Budapest (EFE).- El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, ha vuelto a salir en defensa de la polémica ley de su Gobierno que vincula la homosexualidad con la pedofilia, arguyendo competencias nacionales a la hora de determinar la educación de los menores.
«Estoy seguro de que son los alemanes los que deben decidir sobre la educación de los niños alemanes. También estoy seguro de que sólo los húngaros pueden decidir sobre la educación de los niños húngaros», asegura Orbán en un texto publicado este lunes en su página web. La controvertida legislación que prohíbe hablar de homosexualidad y el cambio de sexo en colegios y medios de comunicación, fue adoptada el pasado día 15 por el Parlamento magiar con los votos de la mayoría absoluta del conservador partido Fidesz de Orbán. De hecho, la normativa vincula la homosexualidad con la pederastia, lo que ha desatado una gran ola de indignación y críticas dentro y fuera del país por ser considerada homófoba, discriminatoria y además, según muchos, viola los valores fundamentales de la Unión Europea (UE).