Otra vez en la cárcel el interno que se había fugado de la Clínica Meta, cuando recibía atención médica
Fue toda una odisea y se trabajó primero con inteligencia y segundo con infantería, es decir caminando.
Así definieron al Noticiero del Llano, los guardianes del Inpec, la recaptura de Oscar Eloín Laverde Hernández, el interno que se fugó cuando se encontraba recibiendo asistencia médica en la Clínica Meta de esta ciudad.
Uno de los hombres que estuvo desde el comienzo en la persecución del recluso fugitivo, dijo que todo indica que Laverde, con tuberculosis, y al parecer otras dos enfermedades, proyectaba saliendo del El Barzal, llegar hasta la casa de una examante.
Para cumplir su cometido llegó al barrio Trece de Mayo, posteriormente en el Betty Camacho y después rumbo a La Madrid y cuando atravesaba un espeso monte, por comunicación de varias personas, lo pudieron detectar y establecer que durante su correría, algunos propietarios de predios le hicieron varios disparos, saliendo afortunadamente ileso. No fue fácil rastrearlo, señalaron quienes lo buscaron, ya que cuando se encontraban, los guardianes durmiendo en el hotel asignado para que no lleguen a sus casas, como medida preventiva, después de la muerte de la esposa del Presidente del Sindicato, uno de los dos que allí operan, se adoptaron medidas, y pernoctan en el lugar citado, lo llamaron y tuvieron que alistarse unos veinticinco que salieron a buscar al prófugo.
Se conectaron con algunos amigos del “volado”, excompañeros de prisión de Laverde Hernández, quienes indicaron el camino que seguía, permitiendo una persecución en caliente que dio el mejor resultado. Avanzaba a paso rápido, miraba insistentemente atrás, sudaba copiosamente y en su rostro se reflejaba el cansancio. Se le gritó el alto, se le encañonó, levantó las manos y se entregó.
Su experiencia de otra fuga, de nada le sirvió, ¿quién le quitó las esposas, o cómo lo hizo?
¿Por qué estando enfermo en lugar de recibir el tratamiento optó por fugarse?
Estos son solo dos de los muchos interrogantes que le hará la justicia a este hombre, que años ha permanecido en la cárcel, que tiene antecedentes, hizo colegaje con hombres avezados en el arte de delinquir, y que al final, sirvieron como conducto a los guardianes del INPEC para recapturarlo y ponerlo a buen recaudo.
En todo caso y contra todo lo que se pueda decir, fueron los guardianes de INPEC, quienes lograron en 15 horas, recapturar a este individuo que creó pánico ciudadano.
Ahora a su expediente se sumará un nuevo delito y la condena será más larga, que seguramente pagará si es que la tuberculosis y otras dos enfermedades que lo agobien, no lo envían al horno de cremación.
Twitwer:@notillano Web:notillano.com (AA)