Vivimos tiempos de pandemia, injusticia, desamparo, y desigualdad, dice el escritor William Ospina
Dirigentes de todos los estamentos de la sociedad metense, se identificaron con la posición del escritor William Ospina, en su aguda critica al gobierno.
Señala el autor de numerosos libros, y ganador de premios nacionales e internacionales de literatura, que un Estado confiesa su impotencia cuando cada vez que se le agotan los recursos, la única solución que encuentran es ahorcar un poco más a los contribuyentes.
Dice Ospina que los gobiernos deben estar para orientar la economía, para rediseñarla atendiendo las riquezas de la comunidad y a las necesidades del territorio.
En Colombia, afirma, sobra insistir en la fecundidad de los suelos, en la abundancia de las aguas, en la diversidad de los recursos, en la laboriosidad de las gentes. Nada de eso les importa a unos gobiernos cuya primera prioridad no es el bienestar de los ciudadanos, sino la defensa de los privilegiados y la conservación de un modelo ya viejo de desigualdad y de injusticia. Asegura que en estos tiempos de pandemia, de desamparo, de arbitrariedad, y de no futuro, me temo que no van a caer solo las estatuas.
Sostiene que hay un pueblo desesperado que necesita una economía distinta, una dirigencia sensible, responsable, creadora, un orden que le deje la iniciativa al pueblo, que libere las fuerzas, los créditos, las posibilidades, los recursos y todo lo que permanece amarrado en manos de sabihondos y expertos llenos de arrogancia, de prepotencia y de ineptitud.
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