Trabajadoras sexuales reciben ayuda ante la crisis por COVID-19
Bogotá. (EFE).- El hambre llevó a más de medio centenar de mujeres de una zona de tolerancia del centro de Bogotá a salir a la calle para recibir mercados gestionados por el Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia (Sitrasexco) ante la dramática escasez de ingresos que enfrentan por la cuarentena del coronavirus.
"Vinimos a recibir los mercados y me parece una buena causa porque aparte de todo lo que estamos sufriendo, el Gobierno no nos ayuda", dijo a Efe Mariana, una de las beneficiadas.
La pandemia ha alterado drásticamente la forma de vida de decenas de mujeres que se dedican a esta actividad que normalmente apenas les deja para el sustento diario, muchas de las cuales llegaron a la jornada de entrega con niños de corta edad e incluso un bebé en brazos.
"Estamos tratando de hacer ayudas humanitarias por todo Bogotá para calmar un poco el hambre que está tan fuerte por estos días de crisis", dijo a Efe el representante a la Cámara Juan Carlos Wills, quien participa en la iniciativa con la que se han entregado más de 1.000 mercados en la ciudad.
A mujeres como Mariana, que ejerce como trabajadora sexual desde hace 12 años y tiene dos hijos, este aporte le permite llevar comida a casa y tener alimentos durante una o dos semanas.
"Nos dieron un mercado, kit de aseo, arroz, granos, pastas, mantequilla, aceite. Es algo que nos sirve muchísimo en estos momentos a todas. Esto nos alcanza para ocho o quince días, sabiéndolo manejar", agregó la mujer.
A pesar de las ayudas que han recibido de particulares, estas mujeres siguen esperando que lleguen a sus barrios los subsidios y alimentos que el Gobierno nacional y la Alcaldía de Bogotá empezaron a entregar en las últimas semanas.
"Somos el pilar de nuestras familias. El Gobierno está predicando, pero no está aplicando. Hablan de aplicaciones de los subsidios y no ha llegado nada, hablan de mercados para ciertas localidades y no ha habido nada", dijo a Efe Fidelia Suárez, presidenta y fundadora de Sitrasexco. EFE