El insólito caso de una mujer que llora «lágrimas de cristal»
La vida de una joven en Armenia se ha convertido en un auténtico calvario por una condición de la que los médicos no tienen información y ni siquiera tendría nombre: la mujer despide por sus ojos lágrimas de cristal.
Según cuenta la propia Satenik Kazaryan empezó a sentir un dolor en los ojos por lo que acudió a un oftalmólogo en donde le retiraron varios cristales de sus globos oculares. Puesto que la chica es de origen humilde, todos pensaron que habían llegado ahí luego de trabajar en la granja familiar.
Sin embargo, el infierno estaba lejos de terminar pues Satenik expulsa al menos 50 piezas de cristal de sus párpados diariamente. Y los médicos no hallan explicación sobre su padecimiento ni una posible cura.
"Todos los médicos están en shock. Jamás habían visto una enfermedad de este tipo y no saben cómo tratarla ni cómo diagnosticarla", dice la afectada mujer según Contexto Tucumán.
La joven y la familia han visitado varios doctores buscando opiniones sobre el terrible padecimiento de Satenik. Su suegra confiesa que un médico los corrió de su consultorio porque pensó que se trataba de una broma.
El caso llegó al Estado y el viceministro de Salud de Armenia planea reunirse con la joven para discutir su caso y encontrar posibles soluciones. La familia de la chica no tiene los recursos para viajar al extranjero y pedir nuevas opiniones.
Una afección inusual
La oftalmóloga Tatyana Shilova afirma que "tal patología rara vez ocurre, por lo que los médicos pueden tener dificultades para identificar las causas".
"En una lágrima hay proteínas, grasas, microelementos, y tiene una cierta composición iónica. Si aumenta la concentración de sal, esto puede causar la aceleración de la cristalización. Las proteínas en las lágrimas también pueden incrementar su densidad", añadió Shilova.
Según la oftalmóloga, existen numerosas posibles causas de la condición de Satenik Kazaryan y asegura que conviene descubrirlas de inmediato porque su vida podría estar corriendo peligro.
Informe21
