Indignación en Colombia por entrevista sobre supuesta venta mujeres indígenas
Bogotá, (EFE).- La supuesta venta de mujeres de la etnia wayúu en el departamento colombiano de La Guajira causó indignación este lunes a raíz de una entrevista en la que un locutor de radio y un miembro de esa comunidad se refieren en tono burlón a esa situación, lo que llevó al presidente Iván Duque a pedir castigos.
El caso en cuestión comenzó cuando Fabio Zuleta, hermano del cantante de vallenato «Poncho» Zuleta, invitó al programa radial que dirige en la ciudad de Valledupar (norte) a un palabrero, como se conoce entre los indígenas de La Guajira al hombre encargado de mediar en conflictos internos.
Durante la conversación, el locutor le dice: «Tengo una inquietud: toda la vida se ha dicho que en la Alta Guajira venden las chinitas (niñas), ¿todavía venden las chinitas?», a lo que el palabrero, conocido como Roberto «Putchipu», responde: «Sí, todavía las venden».
Posteriormente, el indígena agrega que el comercio se realiza en «en toda la región, lo que es Uribia, Maicao, Riohacha, el Cabo de la Vela, Media Luna y la Alta Guajira».
Zuleta pregunta luego: «¿Cuánto cuesta una chinita de 20, 22 años para mí»?, y el palabrero le contesta: «Cinco millones de pesos (unos 1.325 dólares)» y le confirma que la mujer objeto de la compra sería una «señorita».
VOCES EN CONTRA
«Todo el peso de la ley debe caer sobre quienes promuevan el tráfico de personas y la explotación sexual de mujeres o niños. Nada excusa a quienes pretenden vulnerar los derechos humanos de las comunidades indígenas», dijo en su cuenta de Twitter el presidente Duque al enterarse del contenido de la entrevista.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) también condenó el hecho y manifestó que «las mujeres indígenas no son ‘chinitas’, no son mercancía, no son cosas que se venden o se comercializan al antojo. Son lideresas, son las encargadas de transmitir los saberes propios de los pueblos».
HABLAN LAS MUJERES WAYÚU
Primeria Barros Pimienta, una indígena wayúu residente en el municipio de Uribia, comentó en Blu Radio que los comentarios del locutor «atentan claramente contra la dignidad y el valor de la mujer wayúu».
«No soy ‘chinita’, ni estoy a la venta. La mujer wayúu tiene valor, pero no tiene precio. La mujer wayúu no se vende», aseguró.
Asimismo, explicó que «de ninguna manera» está permitido que las mujeres de su comunidad «sean compradas o vendidas como simples objetos» y aclaró que hay diferencia entre lo que es la dote en su cultura ancestral y la compraventa de mujeres. EFE