Lazos entre paramilitares y Ejército copan encuentro de Mancuso y Timochenko
Bogotá. (EFE).- Las acusaciones al Ejército y el papel del Estado en los crímenes cometidos en el conflicto colombiano ocuparon gran parte del encuentro en la Comisión de la Verdad entre los exjefes de la guerrilla de las FARC, Rodrigo Londoño, y de los paramilitares, Salvatore Mancuso.
La Comisión, creada por el acuerdo de paz firmado en 2016 por el Gobierno y las FARC, convocó a estos dos protagonistas del conflicto para que de manera virtual diesen su versión sobre ciertos episodios y pudiesen explicar a las víctimas sus razones.
Mancuso, exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y actualmente preso en EE.UU., aprovechó este espacio para sacar a relucir los vínculos entre el Estado colombiano y los grupos paramilitares, tanto en su origen como en su proceder.
El exparamilitar comenzó a liderar las autodefensas «empujado por el Estado» al que fue a pedirle protección, lo cual lo llevó a vincularse a «este proceso de defensa de la nación», dijo en su intervención desde Estados Unidos, donde está a punto de quedar libre tras cumplir una condena por narcotráfico.
Mancuso justificó que su implicación inicial en el conflicto colombiano fue como víctima de la guerrilla y en un intento de rebelarse contra el hostigamiento a la población civil, y que fue el Ejército el que le puso un fusil en la mano.
«Dejé de ser Salvatore Mancuso y me convertí en (el alias) ‘Santander Lozada’ y empecé a tener acuerdos con la institucionalidad, con el Ejército, el DAS, con la Policía, incluso con fiscalías afectas a la causa de la autodefensa para enfrentar conjuntamente al enemigo de la Nación», explicó vestido con su uniforme naranja carcelario.
«La UP no fue exterminada por las Autodefensas, su gran victimario fue el Estado colombiano», dijo Mancuso, quien reconoció que la organización paramilitar tuvo responsabilidades, pero delegó la última responsabilidad en el Ejército por el «temor generalizado» a que la izquierda llegara al poder.
«El miedo, el temor de que Colombia se convirtiera en otra Cuba, que les expropiaran tierras a los políticos que perdieran esa contienda electoral y que la guerrilla instaurara ese modelo, llevó a que el Estado ejecutara esto», aseguró el exparamilitar.
Subrayó además que ellos también emprendieron una campaña política-militar subversiva contra la guerrilla, y que en un momento dado tenían alcaldes, gobernadores e incluso pusieron presidentes.
En el encuentro los dos protagonistas intervinieron de forma virtual, mientras el presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux, y los comisionados acudieron de forma presencial junto a varias víctimas.
Mancuso y Londoño, quien durante su militancia en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) usó el alias de «Timochenko», se enfrentaron a preguntas de los comisionados y dieron rodeos sobre cuestiones como los vínculos directos con el narcotráfico.
Londoño, que fue el líder del último secretariado (mando colectivo) de la guerrilla, reconoció que hay una parte de las FARC la que está «aprendiendo a odiar» porque «no le cabe a uno en la cabeza» ciertas acciones que se cometieron. Y también mostró su disposición a hablar sobre los «falsos positivos», como se conoce de forma popular a las ejecuciones de civiles por parte del Ejército colombiano, ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), y los vínculos que las Fuerzas Armadas tenían con los paramilitares en estos casos. EFE